
Termino de desayunar y me pongo a bocetar. Al cabo de unos pocos minutos abandono los bocetos sintiendo que no había nada bueno ahí. Abro Corel Painter y retomo una ilustración que había comenzado hace varios días. Pasa otro puñado de minutos y me siento agobiado, no estoy disfrutando, el resultado no me sorprende, no funciona, me aburre ... ¿qué pasa? Abandono esa ilustración y huyo por las callejuelas de internet en busca de inspiración (procrastinando ay ay ay), me encuentro con algunos/as artistas realmente interesantes que me devuelven las ganas de hacer, pero algo sucede, ya no se trata de tener ganas, un poder maléfico ataca y muerde con todas sus fuerzas, engulle mi energía, pega zarpazos, me deja en blanco y negro ... el miedo! ¡esto es miedo! Un miedo estúpido que me impide jugar, equivocarme y gozar.
Entonces, basta con verle la cara a ese demonio para dejar de temerle.
